martes, 19 de abril de 2011

TEQUIERO.

Sabes que soy vulnerable a tus ojos, que soy frágil cuando tus brazos me cojen y tus labios me vencen cada vez que me sonríes. Tu pelo tiene ese color indefinido que me gusta tocar y tu boca ese tacto tan extraño que me gusta saborear. Cuentas con las manos mejor dotadas para acariciar y la voz perfecta para susurrar mi nombre. Me gustan tus guiños de ojos y tu manera de decir: te quiero.

:P

Estamos locas, nos comportamos como crías, gritamos, jugamos, nos miran, se ríen, nos critican, ¿y qué? Somos felices que es lo que importa. Estamos juntas que es lo que vale. Nos queremos que es lo que cuenta. Disfrutamos que es lo que necesitamos. Nos apoyamos que es lo que nos hace fuertes. Lo demás no importa. No vale. Es algo insignificante. Buscan nuestro punto débil, es inútil, siempre fallan. Son críticas, hay que aceptarlas, pero no tenemos porque dejarnos llevar por ella. Si nos critican... que nos critiquen, si nos miran... que nos miren , si nos juzgan... que nos juzguen, son libres de hacerlo y nosotras libres de seguir viviendo.

miércoles, 6 de abril de 2011

Piensa lo que quieras, que estoy loca, chiflada..

Seguramente sea mas feliz que tú y me lo pase mucho mejor.Por que es mejor vivir la vida locamente y no tranquila.También es mejor levantarte sonriendo que llorando cada vez que te caigas.Es mejor reirte de tus errores y no llorar por ellos.Y comerte el mundo con las manos y de un mordisco,nada de cubiertos
Si me preguntan "¿Es divertido estar loca?" Contestaré "Es lo mejor del mundo,por que te haces feliz,sonríes,y eso es mucho mas precioso".
También sientes que todo es perfecto,que es como tu misma quieres,por que si algo te va mal,se para ,se soluciona.Y si algo sale mal,aunque no cambie nada,te ríes,reírse una y otra vez por que sabes que eso se puede solucionar o dejarlo pasar, por que el tiempo lo cura todo.

No siempre lo que es bueno es mejor, no siempre se odia lo malo, las reglas están para saltárselas, no siempre se hace lo correcto.. y qué? si no, la vida sería muy aburrida.

Sabes que me apetece hacer hoy?

Hoy quisiera tocar la luna con los dedos, estar en dos sitios a la vez, o incluso tres, pellizcar los cristales, lanzar cubos de agua contra el sol, saltar de nube en nube, cantar en Marte o bailar sobre los aros de Saturno, ir hasta el fin del mundo. Hoy estoy dispuesta a hacer lo imposible por ser feliz. Me tragaré mis lágrimas por saladas que sean, me pintaré una sonrisa en la cara si hace falta, y ante todo, te llevaré conmigo. ¿Y si nos caemos? Nos levantamos, ¿Y si nos perdemos? Nos guiaremos, pero lo que cuenta, al fin y al cabo, es que estaremos juntos, por siempre. Y llegaremos hasta ese maravilloso lugar, del que todos hablan, pero nadie conoce. 

Esa sensación, por la que necesitas llorar

No tienes razones o eso crees, pero cuando empiezas, nada te para. De repente estas bien, y a la mínima, has vuelto a caer. Haces una montaña de un grano de arena. No le ves sentido a nada, y lo poco que ves lo ves oscuro. Sientes una tormenta en ti, sientes esa presión en el pecho, la misma que te atormentó en otros tiempos. Ya no eres feliz, sin saber porque, has vuelto a caer, no tenías razones, no había motivos, ya no había piedras, o eso creías, pero no siempre quitamos las piedras a nuestro paso, a veces simplemente las esquivamos pero nos olvidamos de quitarlas para no volver a tropezar, hasta que vuelven, siempre vuelven, y hacen que la caída sea aún más fuerte. Aún así, hay veces que no hay motivos, ni piedras, ni nada, simplemente, lo necesitamos, necesitamos llorar, llorar no es malo, mientras no se haga en abundancia. Pero a veces lo necesitamos, aunque para ello tengamos que poner la canción más triste y escucharla mil veces hasta que por fin caiga una lágrima, y una tras otra… Hasta que decidamos parar, y no por eso estamos mejor, simplemente nos hemos liberado…

He sonreído para hacer creer que soy feliz.

He llorado hasta el punto de quedarme sin lágrimas. He perdonado cosas imperdonables. He jodido a mucha gente. He olvidado cosas inolvidables. He reído hasta que mi sonrisa no podía abrirse más. He perdido cosas que marcaban mi vida. He roto el corazón pero también me lo han roto a mí. He hablado por las espaldas como mucha gente. He hecho cosas increíbles para hacer creer que soy fuerte.  Y lo más importante, hoy he sido capaz de levantarme, mirar al frente y seguir adelante.

Te quiero, sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente.

En realidad no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados. Sólo sé que te quiero. Tú y tu manera de hacer las cosas. Tu forma de mirarme, tu risa, tus gestos, tu pelo. Porque se me acabaron las excusas, y ya no puedo decir: "si tu supieras", porque lo sabes, porque me conoces. Tengo tantas cosas que decirte, que no sé por dónde empezar. Y puede que si me pusiera a escribírtelas una a una en un papel, me quede en blanco, lo más seguro. Quizás sea el momento de darte las gracias por todo este tiempo que pasamos juntos, o de dártelas también por el tiempo que nos queda. Es posible que sea el momento adecuado para decirte, asegurarte, que en esta vida ya no quiero otros abrazos, ni otro número de teléfono al que llamar por las noches, ni otra voz a la que hablar. No quiero otros sueños, me gusta lo que sueño. Porque mi vida empezó el día en que te conocí: tú me enseñaste a vivir. Gracias por haber aparecido